Este es un blog sobre Poesía y Artes Plásticas. Quería crear un espacio en el que hablar de Poesía, de libros y poetas que me resultan interesantes y al mismo tiempo, utilizar las posibilidades que ofrece internet para mostrar parte de mi obra plástica. Así que aquí va... una de cal y otra de arena!

This is a blog about Poetry and Art. I wanted to create a space to talk about Poetry, books and poets that I find interesting and at the same time, using the possibilities offered by the internet to show some of my art work. So here goes!



José Javier González: El camino de lo esencial.



El próximo viernes día 27 de Abril se inaugura en la galería Sala XIII de Torrelodones una exposición de la obra reciente de José Javier González. Quizás sea junto con la de Antoni Muntadas en La Fábrica y la de David Goldblatt en Elba Benítez una de las muestras fotográficas más interesantes de estas fechas. He tenido la oportunidad de observar de cerca el trabajo de José Javier González a lo largo de años y la seriedad con la que aborda su proceso creativo. Por el interés que me produce su obra quiero incluir aquí unas palabras que puedan "acompañar" timidamente a sus magníficas imágenes.


JOSÉ JAVIER GONZÁLEZ: EL CAMINO DE LO ESENCIAL


El ser humano es en primer lugar un observador. En un segundo momento su hacer corresponde a la acción, a la transformación a la que somete a la realidad.

Podríamos definir así también dos de las partes en las que se divide el proceso creativo, en el que como tercer componente, sin duda, se encuentra la experiencia, entendida en su concepto más amplio.

Es la experiencia la que estructura la mirada del artista, una mixtura preciosa de conocimiento, emociones, aprendizajes diversos que conducen a la creación de conceptos y permiten al creador establecer un diálogo con los otros. Por ello, no hay dos maneras idénticas de enfocar un mismo tema. En el mismo espacio, con idénticas posibilidades técnicas, diferentes creadores no llegan a la misma obra. Esto es patente en la fotografía.

La mirada hecha objeto (pintura, fotografía, instalación…) es algo abierto aunque esté confinada a su propia condición matérica (por tanto concluida, cerrada), es el precio que se paga por intentar detener el tiempo.

Siempre he considerado cada obra de creación como un interrogante, desde un principio la primera pregunta sería el por qué de su propia existencia, por qué esa obra ha sido realizada, qué pretendía mostrar el artista.

En el proceso de la vida nada se detiene, nada permanece como algo estático, pero la mirada del artista creará – detendrá el tiempo para nosotros. Un camino de comunicación en el que lo abierto es la interpretación. En ese momento, la experiencia vital del observador de la obra hará que éste genere su propia respuesta. Y es que la experiencia forma la mirada.

José Javier González mira sobre las cosas, a través de ellas. Y lo hace con una especial habilidad, capta lo esencial. Fija para nosotros un momento para que siga hablando, un momento que ya sólo es imagen. Como el propio fotógrafo comenta, existe una relación muy cercana entre la Fotografía y la Poesía. Ambas ayudadas de medios muy “sutiles” casi no matéricos (un simple soporte) son capaces de recrear mundos completos y generar emoción.

La retórica que emplea en la construcción de sus obras es aparentemente sencilla: repeticiones, utilización de la perspectiva, contraposiciones… pero lo hace de una manera magistral. El juego con la profundidad de campo que utiliza en la serie Out of Focus, enuncia esa idea de que es el artista y no otro, quien viendo sobre las cosas, es capaz de sugerir algo más allá de la superficie. Miramos lo que queremos ver, pero en el ámbito de lo artístico vemos lo que el artista quiere que sea visto.

Como un Baudelaire contemporáneo, González va poniendo su atención en situaciones en las que interviene la ciudad y las personas que la hacen, apuntes rápidos en los que ese desenfoque sugiere la transitoriedad y la fugacidad propia de la vida, más aún evidenciada en el medio urbano, el continuo cambio.

El ser humano aparece como referente expreso en gran parte de su obra. Habita calles, carteles, esquinas de imágenes, sugiere una dirección, va continuamente hacia otro lugar, se deforma, se deshace, se fragmenta. El ritmo de la ciudad que se hace patente en esas imágenes como secuencias de un movimiento que nos es conocido y a la vez nos perturba.

Son muy atractivos los encuadres y las composiciones dinámicas que utiliza González, sus imágenes tienen la frescura de las instantáneas de mediados del veinte, muy en el estilo de un Cartier – Bresson actualizado. Merece resaltarse la utilización que hace del gran angular para aumentar las distorsiones, en las que la figura humana parece estar a merced de lo exterior. Subraya así, a mi parecer, la angustia, la soledad, la indefensión.

En la serie Rust never sleeps curiosamente dentro de casi todas las imágenes, incluidas las de construcciones existe un referente orgánico; la línea curva es la dominante en estas composiciones. Una vuelta más en el lenguaje, se evidencia de nuevo, la capacidad compositiva del el artista, capaz de encontrar paralelismos entre mundos opuestos y generar interesantes momentos estéticos.

Esta exposición es una magnifica muestra de la trayectoria de José Javier González. Aquí accedemos al espacio de una búsqueda, llegar a lo esencial. Pura poesía de lo contemporáneo.

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